Apertura de Datos «Open Data» Real Decreto 1495/2011, de 24 de octubre

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado, en su edición de 8 de noviembre de 2011, el Real Decreto 1495/2011, de 24 de octubre, por el que se desarrolla la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre reutilización de la información del sector público, para el ámbito del sector público estatal
Culmina, de esta forma, el proceso de tramitación del citado texto normativo, tras la aprobación del Consejo de Ministros, previo informe favorable del Consejo de Estado, y que ha contado con laparticipación del sector mediante consulta pública realizada a finales de 2010 (ver el borrador del texto sometido a consulta).
Este Real Decreto se encuentra disponible para su consulta y descarga en el área de «Normativa» del presente portal.
Portal Datos.gob.es (Datos a reutiliar)

Charla sobre opendata en sevilla y 100 twitts sobre opendata

administracionelectronica.gob.es

Actualización:  Para Feluky y para todos aquellos a los que les surgiera alguna duda. Esta otra presentación quizá explique de forma más sencilla en qué consiste la reutilización de la información del sector público, también define muy bien el concepto Ogov con muy buenos ejemplos. Pero si tenéis alguna pregunta concreta no dudéis en preguntar en comentarios o en mi correo lindopuyal@gmail.com, o directamente a Gabriél Navarro en su web.

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Una inciativa «procomún» en la que quiero participar es Algo Falta, #AFAaccion, una iniciativa abierta a todo aquel que quiera ejercer su libertad de elección en el “voto”, como consumidor, para crear un mundo más transparente y sostenible.

Actualización 12/04/1013

El Comité Coreper del Consejo de la UE (Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembros de la UE) ha respaldado las normas de la UE para datos abiertos (conocido en inglés como “open data”), según lo propuesto por la Comisión Europea. La revisión de la Directiva 2003 de información del sector público haría que la información del sector público (información no personal) estuviera disponible para el acceso general para su reutilización.

Plataforma Democracia Participativa

La Plataforma Democracia Participativa es un acuerdo colaborativo entre ciudadanos independientes, grupos y partidos para crear una propuesta abierta que tu puedes enriquecer y ampliar mas.   

Podrás definir con tus vecinos vuestros objetivos ciudadanos teniendo como referencia la filosofía de este programa mínimo . En este sitio web te ayudamos, en nuestro grupo de Facebook compartimos nuestras experiencias. En tu blog o red social puedes empezar a crear la candidatura de tu municipio publicando la invitación con el enlace de inscripción.

Crear una candidatura que devuelva el poder democrático a l@s ciudadan@s

Vivimos en una falsa democracia; imperfecta, asimétrica, corruptible, sujeta a intereses ilegítimos y que no nos representa. Miles de personas nos sentimos marginados de las decisiones que afectan a nuestro futuro, pero aislados, silenciados, pasivos, nuestra voz no cuenta, somos fácilmente ignorados 

También puedes formar parte de las candidaturas de los partidos que participan en esta iniciativa. Aquí en Extremadura tienes a Convergencia por Extremadura, y si vives en Villanueva de la Serena, Compromiso con Vva, ambos han firmado el manifiesto de esta plataforma, comprometiendose con el mismo.

En tus manos está contribuir al cambio, es tiempo de una profunda regeneración democrática. Queremos un Gobierno transparente que publique todos los datos públicos que necesiten los ciudadanos para tomar decisiones importantes y las voten democráticamente.

Como integrante activa en la Plataforma Democracia Participativa y en CEx, voy ha hacer todo lo que esté esté en mi mano por colaborar en que éste contrato social se cumpla.  

Queremos Democracia Participativa.

¡Democracia Real ya! (Gracias Merche).


Ver Candidaturas pertenecientes a la Plataforma Democracia Participativa en un mapa más grande

UNA REVOLUCIÓN POLÍTICA ESTÁ EN MARCHA

«La doctrina política que se conoce como Gobierno Abierto (Open Government) —incorporada por Obama como uno de los principales objetivos de su mandato— que busca el salto desde la democracia representativa a la participativa siguiendo los principios de la transparencia, la participación y la colaboración, se está abriendo paso y no va a poder ser detenida»

Qué tienen en común dos fenómenos recientes tan diferentes en apariencia como Wikileaks y las revoluciones democráticas de los países árabes? Sin duda la conmoción y aun la subversión del viejo orden político a través de una nueva relación de los ciudadanos con la información propiciado por el desarrollo de Internet y la comunicación móvil.

Si la globalización del capitalismo en su versión neoliberal está mostrando la impotencia de la política a escala de los Estados-nación, la radical transformación de la esfera de la información y la comunicación está arruinando el esclerotizado y anacrónico modelo de ejercicio de la política fundado en la oligarquización de las decisiones, el secretismo y la asimetría de información entre gobernantes y gobernados.

Este violento y rápido cambio de paradigma va a suponer —ya lo está haciendo— una auténtica revolución política también en nuestras desarrolladas sociedades democráticas, aquejadas de dasafección por parte de una ciudadanía tan escéptica como descontenta, pese a la resistencia feroz que le van a oponer —ya le están oponiendo— las viejas estructuras políticas y los intereses que las sostienen.

La confluencia de un contexto de aguda crisis económica, como vive nuestro país, y de fuerte deslegitimación de su clase política, identificada por la ciudadanía como uno de sus principales problemas colectivos, junto a las posibilidades para el acceso a la información y para la interacción que abren los nuevos desarrollos tecnológicos, dibujan el escenario propicio para un cambio profundo —diría inevitable— de las estructuras políticas, una reforma sustancial de los dispositivos institucionales y una nueva forma de relación de los ciudadanos con la vida pública, como ya está empezando a ocurrir en otros países.

Nada va ser ya igual en el futuro. Es un cambio cultural el que está en marcha y la esfera política deberá adaptarse a sus exigencias. No será una súbita convulsión, pero sus efectos serán muy profundos. Todo un sistema político fundado sobre la delegación y la representación va a resultar radicalmente alterado. En el nuevo paradigma emergente el ciudadano va a ser el centro de la vida pública. La democracia ritualizada de la cita electoral (¿qué hacen los ciudadanos los restantes 1.400 días hasta las siguientes elecciones?) dejará paso a la participación efectiva en la toma de decisiones y en la colaboración de la gente en la solución de los problemas públicos, directamente y por medios electrónicos.
El caduco modelo de los partidos profesionalizados que ejercen monopolísticamente el poder político y están especializados en ocupar todas las esferas de la representación, la política reducida a la lucha entre élites para asegurarse el acceso al poder, la proclamación de principios falseados continuamente por prácticas que se pretenden ocultar, las estructuras inhibidoras de la presencia participativa de la sociedad civil, tienen sus días contados.

Como ha dicho Manuel Castell, «aquellos Gobiernos, o partidos, que no entiendan la nueva forma de hacer política y que se aferren a reflejos estatistas trasnochados serán simplemente superados por el poder de los flujos y borrados del mapa político por los ciudadanos tan pronto su ineficacia política y su parasitismo social sea puesto de manifiesto por la experiencia cotidiana».

No se trata de un modelo adscrito privativamente a ninguna de las líneas de pensamiento político tradicionales. Puede ser suscrito por liberales consecuentes, republicanos cívicos o socialistas democráticos, como también por las corrientes que alimentan los nuevos movimientos sociales: por todos aquellos que crean en las promesas emancipatorias de los ideales democráticos, en la necesidad de contar con la disposición colaborativa de los ciudadanos para mejorar tanto la legitimidad de las decisiones como la eficiencia y la eficacia de las actuaciones públicas.

Ni tampoco ha de suponer una recaída en la ingenuidad de fiar todo al altruismo de los ciudadanos, como si no existieran los diferentes intereses en conflicto ni las profundas desigualdades sociales. Pero sí implica la confianza en que los cambios institucionales y legales pueden favorecer la disposición cívica de los ciudadanos y los avances tecnológicos posibilitarla y aún hacerla imparable.

Los signos de los cambios aparecen por todos lados. La liberación de datos en poder de las Administraciones —el llamado Open Data— puestos a disposición de los ciudadanos alcanza ya a cuarenta países, dieciocho ciudades y cuatro espacios supranacionales que han puesto en marcha catálogos de datasets públicos. La idea es simple: estos datos son de los ciudadanos. Leyes de Transparencia y Acceso a la Información en poder de las Administraciones públicas se generalizan, aunque en casos como el español se pretenda retrasar con excusas de mal pagador.

La doctrina política que se conoce como Gobierno Abierto (Open Government) —incorporada por Obama como uno de los principales objetivos de su mandato— que busca el salto desde la democracia representativa a la participativa siguiendo los principios de la transparencia, la participación y la colaboración, se está abriendo paso y no va a poder ser detenida.

Los códigos de Buen Gobierno, los presupuestos participativos, los registros públicos de intereses, las auditorías ciudadanas, la extensión de la e-administración, mecanismos eficaces de rendición de cuentas (accountability), las plataformas digitales de Gobierno Abierto, la apuesta por incorporar el software libre a la Administración, la transparencia legislativa, etc., constituyen otros tantos elementos de este amplio proyecto de revitalización de la democracia.

Estas modificaciones acabarán por tener efectos multiplicadores, provocando nuevos cambios relevantes en un ´efecto cascada´ que transformara los contextos de la participación y el compromiso de los ciudadanos con el Gobierno de lo público. Crisis es una palabra que no se refiere ya sólo al ámbito de la economía: es toda una cultura política la que se ve cuestionada e impugnada —hasta su superación— por este nuevo horizonte de corresponsabilidad compartida que emerge para nuestras democracias.

PATRICIO HERNÁNDEZ PÉREZ Presidente del Foro Ciudadano de la Región de Murcia en La Opinión de Murcia

Manifiesto Democracia Participativa

Ahora, por primera vez, disponemos de medios que permiten la democracia plena. La sociedad civil del siglo XXI somos la más preparada que ha existido. Sin embargo, vivimos en una falsa democracia; imperfecta, asimétrica, corruptible, sujeta a intereses ilegítimos y que no nos representa. Es tiempo de una profunda regeneración democrática.
Las personas, grupos, asociaciones y partidos que suscribimos el presente manifiesto queremos que se devuelva al ciudadano el lugar decisivo en la elección y el control de las decisiones que nos afectan, comprometiendonos a llevar a cabo, dentro de cada ámbito de actuación:
  • La participación ciudadana directa en la toma de decisiones de los órganos de gobierno en los niveles local, provincial, autonómico y estatal.
  • La participación ciudadana directa en la propuesta y aprobación de normas jurídicas en los niveles local, provincial, autonómico y estatal.
  • Introducir mecanismos para el control y supervisión ciudadanos sobre la actividad del poder ejecutivo y legislativo.
  • Transparencia en el funcionamiento de la Administración Pública, mediante el libre acceso a las cuentas y procedimientos públicos.
  • Defender que el interés general prevalezca sobre intereses de grupos de presión en los asuntos que involucren al poder ejecutivo, legislativo y judicial.
  • Promover la independencia del poder Judicial.
Condenamos el uso de la violencia y promulgamos el uso del diálogo para la consecución de objetivos políticos
Si crees que el futuro nos pertenece, que deberíamos tener control sobre él, que otra sociedad mejor es posible, hagamos historia. Hagamos nuestra la democracia.
¿Quieres Democracia Participativa? Construyámosla entre todos.