National Geographic
Criaturas abisales

Dra. Sylvia Earle, especialista titular de la National Geographic Society
Vampiros de los abismos, pulpos con orejas, fósiles vivientes y frágiles criaturas bioluminiscentes. Fascinada por el fondo del mar, Nouvain quiso compartir las fotos tomadas durante tres años de trabajo por los escasos sumergibles y robots capaces de una inmersión hasta los 5.000 metros de profundidad.
“Aparecían criaturas fabulosas, de formas sorprendentes, colores insospechados, que lanzaban amenazadores rayos de luz azul o por el contrario ondulaban con una gracia infinita, produciendo irisados destellos. Seres extraños, sin cabeza ni cola, se enroscaban y desenroscaban como cintas fluidas que ejecutaran una danza mágica”, explica la autora en el prólogo de su obra. Claire Nouvain explica: “Quería saberlo todo sobre ellos […] Soñaba con un libro que sacara a los abismos de las sombras”.
Muchas de ellas ni siquiera tienen nombre aún… ¿cómo las llamarías?
Mujeres artistas de cine
En la «pelu» no hay revistas de ná que me interese, me siento un bicho raro si me llevo National Geographic , allí solo hay holas, semanas, glamour rosa por todas partes… y ya no te digo si me llevara el portátil… cuchichearían durante semanas ¡jajaja!
Un montaje con mucho glamour… que he salido muy «glamurosa» de la pelu.
Aiss…! Ya no hacen películas como las de antes…
La berrea
Este fin de semana hemos ido a Sierra Morena a ver (y escuchar) la berrea, estábamos en una finca gigantesca llamada Posteruelos (4.400 hectáreas) es una zona serrana y agreste, aunque el tiempo estuvo muy inestable y un poco fresco, lo pasamos muy bien, sobre todo los niños.
Sus límites se perdían en el horizonte, todo alcornoques, encinas, quejigos, pinos… Un espectáculo de colores otoñales…¡Un paisaje precioso!.
Con la ayuda del «todo terreno» de Diego, el guarda forestal, fuimos recorriendo las pistas y caminos, viendo las ciervas (y los ciervos berreando fuerte e insistentemente a causa de su celo), también vimos muflones, perdices, jabalíes… ¡y hasta restos arqueológicos!.
Por la noche ya en el cortijo, nos invitaron a morcón y lomo ibéricos, jamón serrano, tortilla de patatas… ¡deliciosos manjares!