El auge del ciberactivismo político empieza a no serle tan indiferente a la política actual, aunque todavía le falta un hervor. Lo hemos visto en las pasadas elecciones del 9 de marzo, todos los partidos han usado las nuevas tecnologías de la red, las llamadas 2.0 con videopolítica y activismo digital de las redes sociales. Pero ahora habría que dar el siguiente paso, hay que ver a las nuevas tecnologías no como un medio más, sino como el reflejo organizativo de una nueva cultura política.
Sería imperdonable no aprovecharlo como palanca de renovación de la política. Es una gran oportunidad para que los partidos acometan en profundidad un cambio de estilo y de cultura organizativa que sea capaz de hacerlos evolucionar hacia estructuras más abiertas, flexibles e innovadoras, hacia una participación ciudadana más activa a través de las TIC, las nuevas herramientas 2.0.
Hay demanda de otra -y nueva- política. Hay urgencia de nuevas organizaciones.
La política formal puede llegar tarde y mal a lo emergente. Que no se extrañe entonces de ocupar el último lugar en la valoración social.
La política 2.0 es una ola de regeneración social (de ahí su fuerza política) que conecta con movimientos muy de fondo en nuestra sociedad con fórmulas más abiertas y puntuales para la colaboración social. Creen que el espacio digital hay que colonizarlo, sin comprender que de lo que se trata es de influir y dejarse influir.
El antiguo político de camarilla comienza a perder el pulso y poco a poco deja de controlar los mecanismos de toma de decisiones. Con la política 2.0 compartimos proyectos, ideas, ambiciones y emociones…como el estar dispuesto a defenderlas públicamente y a diario.
Los viejos políticos tratan de guardarse para ellos mucha información que creen privilegiada de forma tan candorosa que da cierto rubor decirles que eso que están tratando de esconder ya está en la red. De ahí el poco éxito de la mayoría de los blogs de políticos (salvo contadas excepciones, como este).
En la red, eres lo que compartes, tu personalidad digital se compone de lo que aportas, de lo que enlazas, no de lo que escondes.
Pronto y como ya se está demostrando en otros países, de poco van a valer los aparatos partidarios si no son capaces de abrirse con valentía y participar del debate y la creación de contenidos e ideas. Partidos con las orejas bien abiertas a lo que se opina sobre ellos, debatiendo horizontalmente con los ciudadanos de infantería. Como hacemos en esta Tropa.
Política 2.0 en España, un caso de éxito.
Un biko Tropa de Inova Oeste.
Helena.