Un poquito de mi…


Los franceses, geniales muchas veces, dicen:

«Ama por la alegría de vivir, no por temor a la soledad»

A algunos se nos da mejor compartir la alegría que la tristeza. A mí por lo menos, cuando estoy sumida en un hoyo prefiero que mis amigos se asomen y me inviten a salir, y no que bajen a sentarse a mi lado.

Cuando estoy furiosa porque algo me sale mal, quiero espacio para desahogarme unos momentos, para bañarme en auto compasión unos segundos y disfrutarlo (como cuando te chupas el dedo después del martillazo, en lugar de extenderlo para que te unten la pomada de inmediato).

Ya sé que mañana siempre es otro día.
Que puedo volver a intentarlo.
Que con cada error, avanzamos un poquito .
Será que soy irremediablemente optimista.
Este es mi método antidepresión («extremismo de situación»).

Cuando tengas un problema, Como dijo Buda:
«Si tiene solución; por qué te preocupas, y si no la tiene; para qué preocuparse».

Sólo nuestra muerte parece no tener remedio, pero para entonces ya nos da igual!

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