Es decir, en cada canción descargada quedan registrados el nombre, el apellido y la dirección de correo electrónico del comprador. Una información que podemos ver usando el propio programa iTunes, haciendo clic con el botón secundario del ratón sobre la canción y eligiendo la opción Obtener Información. Al hacerlo, surgirá una ventana como la que ves a continuación:
Las canciones con protección DRM descargadas desde iTunes también llevan esta marca de agua. Pero claro, no se pueden copiar (al menos convencionalmente). Lo más curioso es que, cuando compramos la canción, no se nos avisa en ningún momento que nuestros datos personales quedarán grabados en el archivo.
Me molesta que quieran controlar qué hago con mis canciones y que mis datos anden sueltos sin mi control, pululando por ahí… ¿Es qué no saben que las marcas de agua, igual que se ponen, se borran?.
Y para colmo, por si no teníamos poco, Promusicae quiere que Telefónica revele la identidad de los internautas que comparten archivos por internet.