Quiero pensar que quien hizo la foto llenó de almohadas y cojines el suelo, por si caían…
La música amansa a las fieras, o eso dicen. Conmigo al menos tiene ese efecto, me relaja y me calma, que no es lo mismo que tranquilizar, ojo. Cuando no puedo concentrarme o necesito reordenar mis ideas pongo una canción que conozca (o una buena lista de ellas) y la canto o la tarareo hasta que el mundo deja de girar aleatoriamente y vuelve a su eje. Esta mañana llevo más de 15 en ese plan… para horror de cualquier amante de la música que pase cerca de mi ventana y escuche cómo asesino una canción tras otra.
La verdad es que la música es mi gran debilidad… si alguna vez estoy cabreada, o me duele la cabeza, ponme la canción adecuada y perderé toda la ira acumulada, me relaja hasta el punto de calmar casi todo dolor. El único problema es encontrar qué música se ajusta a cada instante, porque si te equivocas puedes conseguir que mi ira se convierta en furia… y créeme, no te gustará ver el resultado.
Haz la prueba, pon una canción de la banda sonora de El piano e intenta distinguir individualmente cada uno de los instrumentos (aunque haya muchas veces que no sepa concretamente qué instrumento es, sí sé que suena distinto) eso me ayuda a olvidar los ruidos de la calle, el calor o el dolor de cualquier tipo.