Lejía de ceniza y jabón de potasa

Los Procesos Autárkicos de Tomas Navarro (2013).

Para seguir añadiendo granitos de arena, en la difusión libre de la información, etc. os dejo el resumen de un pequeño trabajo, (fruto de muchas fuentes pasadas y presentes – la vuestra incluida- y de mi experiencia personal), sobre el Jabón de ceniza.

Si se siguen los procesos adecuados, es muy fácil y muy seguro, preparar un excelente jabón casero «base», potásico, natural y blando, a partir de ceniza, agua y grasas o aceites reciclados. Miles de años de historia en su fabricación y uso, avalan esta afirmación; el primer registro escrito, se encuentra en las tablillas de arcilla Sumerias, una prueba actual de ello se encuentra en mi cocina, mi baño, etc.

Simplemente consiste en mezclar en un recipiente (no aluminio) y colocar al fuego de moderado a vivo, prácticamente sin darle vueltas a la mezcla, durante 1 a 3 horas, las cantidades correctas de lejía de ceniza (con una concentración de carbonato de potasio superior al 0,5 % ó 5 gr/l) y de grasa filtrada animal o vegetal (lo ambientalmente correcto y globalmente solidario es que sean recicladas) y dejar reposar tapado 24 h..

Personalmente lo preparo con los aceites y las grasas que proceden de la cocina y las cenizas de mi estufa.

La lejía de ceniza (el medio alcalino ):

Información Básica:

La lejía de ceniza se consigue lixiviando directamente agua en ceniza o cociendo la mezcla al fuego. A los efectos, estamos llamando lejía de ceniza, a una mezcla de agua con carbonato de potasio (K2CO3), que genera un medio acuoso alcalino (pH > 7).

Para obtener la lejía de ceniza, uno de los métodos mas rápidos, fáciles, de menos riesgo y ecos. consiste en lixiviar (o mezclar y colar) una o dos veces, aproximadamente dos partes de agua blanda sobre una de ceniza adecuada y tamizada, para obtener 1 parte de lejía. Por ejemplo: con ceniza de las consideradas de “mala calidad” (pino), mediante el proceso anterior, obtenemos una parte de “lejía” con aprox. un 0,5 -1 % (5 – 10gr/l de K2CO3). Con esto ya podemos obtener nuestro jabón potásico casero (incluso con poco riesgo para niñas/os que ya cocinen).

Ampliación de conceptos:

Si aumentamos la temperatura del agua, el tiempo de contacto y la super. de contacto en el proceso, obtendremos una lejía mas concentrada (y peligrosa) y si la cocemos o evaporamos al sol todavía la podemos hacer mas peligrosa (80-90%). El lixiviado-filtrado lento y autónomo (dos cubos o bidones de plástico reciclados (+ 20 l.) pintados de negro, sirven) durante dos días al sol, de dos partes de agua caliente y una de ceniza (mezcla usual de pino y roble), nos da una parte de lejía aprox. al 3% (30 gr/l de K2CO3, personalmente uso esta para mi jabón casero).

Para conocer de forma casera el porcentaje de K2CO3 de nuestra lejía (yo lo hago antes de hacer el jabón), se pesa 1 l. del agua (1 l., no “medio”) y 1 l. de la lejía que obtenemos, y “para los efectos que buscamos” (osea, con este método y para producir cantidades de jabón casero entre 1 -5 kg), la diferencia de pesos, es aprox. la cantidad en peso de K2CO3 de 1 l. de tu lejía, osea los gr/l de K2CO3. Cualquier balanza de cocina de sensib. > 1 gr. sirve. Como hacerlo? o transformar el peso a %, etc.(como nos piden las recetas y formulas de jabón), los que no lo recuerden que se lo pregunten a sus hijas/os (el procedimiento de la marca en la botella trasparente y la regla del tres, también sirven).

Las cenizas adecuadas deben proceder de la combustión “exclusivamente de plantas”, sin tratamientos químicos y deben haber quemado en alta intensidad, es decir a fuego vivo (ceniza antes de tamizar muy blanca y fina, con pocos grumos).

La calidad de las cenizas de partida nos pueden acelerar la obtención de lejía concentrada (40-60 %) o incluso nos permiten obtener lejía sosa-potasa, o incorporar de forma indirecta otros elementos, etc.
La ceniza proveniente de plantas de largos períodos reproductivos como son los árboles, tienen, por la dinámica de flujo de nutrientes con la tierra, una composición mineral muy diferente a las plantas que se cosechan varias veces al año, como los cereales. Estas últimas contienen mayores cantidades de óxidos con bajo punto de fusión, particularmente Potasio y Fósforo. Además, contienen substancialmente menores contenidos de metales pesados, pero también son mas propensas a contener pesticidas de los procesos de cultivo .
Las cenizas que dan lejías mas concentradas en potasio, son las que proceden de múltiples plantas arbustivas (incluidas raíces) preferentemente en flor (muchas actualmente protegidas y/o catalogadas de interés comunitario) y que crecen sobre suelos salinos y las que proceden de las ramas finas de arboles de maderas duras (encina, roble, etc.).
De forma genérica se puede decir que las maderas poseen del 30 al 40% de CaO, del 4 al 6% de K2O (en su mayor parte en estado de carbonatos), cantidad considerable de SiO2 y cantidades menores de elementos minerales.
El oxido de potasio (K2O ) es un compuesto químico iónico formado por potasio y oxígeno. Es un sólido amarillo a temperatura ambiente. Es un compuesto raro ya que es altamente reactivo. K2O es un óxido básico que reacciona violentamente con agua para formar el hidróxido de potasio. Es muy delicuescente y es capaz de absorber el agua del aire atmosférico, iniciando una reacción violenta. Esta presente en la ceniza en forma de carbonato de potasio.
El carbonato de potasio o carbonato potásico es una sal blanca soluble en agua (insoluble en alcohol), de fórmula química K2CO3. Peso molecular 138,21, su solubilidad en agua gr/100ml a 20ºC es 112 (muy elevada). Forma soluciones alcalinas fuertes, o lo que es lo mismo, es una sal básica. Además es una sustancia higroscópica, que aparece a menudo como un sólido a base de agua. Cuando mezclamos la ceniza con agua, obtenemos carbonato de potasio disuelto, nuestro álcali. Sinonimias del carbonato de potasio: Potasa (no confundir con la potasa cáustica – KOH), Sal tartárica, Sal di-potásica del ácido carbónico, Ceniza de perlas.
El hidróxido de potasio o potasa cáustica es un compuesto químico inorgánico de fórmula KOH, tanto él, como el hidróxido de sodio (NaOH), son bases fuertes de uso común. Masa molecular 56,1. El KOH es higroscópico absorbiendo agua de la atmósfera, por lo que termina en el aire libre. Su disolución en agua es altamente exotérmica, con lo que la temperatura de la disolución aumenta, llegando incluso, a veces, al punto de ebullición.. El KOH es especialmente significativo por ser el precursor de la mayoría de jabones comerciales suaves y líquidos. La saponificación de grasas con KOH se utiliza para preparar los correspondientes «jabones de potasio», que son más suaves que los jabones derivados del hidróxido de sodio. Debido a su suavidad y mayor solubilidad, los jabones de potasio necesitan menos agua para licuificarse, y por tanto pueden contener mayor cantidad de agente limpiador que los jabones licuificados basados en sodio.
El Hidróxido de sodio, es un compuesto solido, blanco e higroscópico, La disolución en agua es una base fuerte que reacciona violentamente con ácidos y es corrosiva con metales tales como: aluminio, estaño, plomo y cinc, formando gas combustible. Su peso molecular es 40,0. Es el álcali comúnmente usado para fabricar los jabones duros.
Al lixiviar la ceniza, obtenemos agua con carbonato de potasio y otras sales disueltas y en suspensión.. Si una vez obtenida la lejía, se mantiene en reposo, precipitaran una cantidad importantes de sales (tanto las presentes en la ceniza como en el agua), entre ellas la mas abundante en la ceniza, el carbonato de calcio, que no es soluble. El carbonato de potasio es altamente soluble en agua y tiene un elevado índice de solubilidad (rapidez en disolverse) por ello es la sal dominante en la lejía, se estima que constituye aprox. el 90 % de las sales disueltas en la lejía.
Sobre la sostenibilidad, seguridad y salud de la lejía de ceniza (en confección).

Los aceites y grasas (ácidos grasos):

Todos los aceites y las grasas recicladas animales y vegetales, sirven para hacer jabon de ceniza. Su mezcla repercute en el proceso y en el producto final. De ellas depende la dureza, hidratación, espuma, etc. Cualquier grasa residual que salga de la cocina, sola o mezclada, nos dará buen jabón, a los efectos.

Es necesario filtrar las grasas; si son solidas o espesas, se calientan. Un colador de trapo, un trapo, una malla fina, etc, cualquiera de fibra vegetal sirve (luego se lavan con nuestro fantástico jabón).

Es conveniente clarificar las grasas (sobre todo las rancias, entre otras ventajas: menos problemas con los olores). Para clarificar el aceite de cocina, yo mezclo dos partes de agua por una de aceite en un recipiente y lo pongo al fuego, les doy un hervor; lleno (cuando esta templada la mezcla) una botella reciclada de 1 – 2 l. de plástico, la dejo en reposo min. 2 días; Se diferencian claramente la dos fases, agua sucia en la parte inferior y nuestra grasa en la superior; con cuidado se decanta la grasa, pinchando el fondo de la botella y dejando escapar el agua sucia despacio (que es un buen fertilizante para las plantas), cuando empieza a caer nuestra grasa o ya no sale mas agua sucia, la recojo en un recipiente al efecto.

El jabón:

Información Básica:

El jabón de ceniza se fabrica hirviendo entre 1 a 3 horas, la mezcla correcta de lejía de ceniza y grasa en un recipiente (no aluminio). No hace falta dar vueltas a la mezcla, solo controlarla de vez en cuando, es liquida y no se pega al fondo si se usan medios típicos de cocina.

Partiendo de los componentes a temperatura ambiental, y manteniendo una cocción moderada, la grasa clarificada no hace mucha espuma. Los recipientes anchos facilitan las cosas, y los baratos y entrañables de hierro vitrificado son ideales. Las cantidades de los dos componentes, dependerá del tipo de grasa y de lejía.

En internet circulan muchas tablas de saponificación y hay paginas web con calculadoras de jabón, de acceso gratuito y muy fáciles de usar, con ellas se puede afinar el grado de engrase que queremos (ejem. un gel de ducha o un jabón blanqueador de ropa), o el factor de espuma (ejem. jabón para vajilla o para lavadora), etc.

La formula alquímica que uso para mi base de jabón natural blando de ceniza: 100 ¥ de grasa vegetal clarificada, de recicle de cocina y 1000 ¥ de lejía de ceniza de pino+roble al 3 % (30 gr/l de K2CO3), con 1,5 a 2 h de tiempo de cocción controlada, 24 h de reposo protegido y entre 1 semana y 1 mes de maduración, puede producir “casi” 1 000 ¥. de base de excelente jabón blando natural.

El proceso es sencillo y la formula ancestral y segura (siempre queda aceite sin saponificar en superficie): con la ventana abierta en la cocina, para unos 2 kg de jabón base, mezclo 300 gr de aceite y entre 2 a 3 l. de lejía al 3% (la diferencia esta en la calidad de la ceniza y lo finos que seáis pesando la lejía y en el % de engrase final que queramos), a temperatura ambiente los dos elementos, primero peso y pongo el aceite y luego peso y pongo la lejía (pero da igual), en una vieja cazuela de hierro vitrificado (unos 4 litros de capacidad)), la pongo a hervir 2 h descubierta y a fuego vivo, que burbujee pero sin pasarse (para evitar perder mucha agua), al inicio le doy algunas vueltas mientras ajusto la emulsión y el engrase y también controlo el momento de la ebullición, por si la espuma me la juega (normalmente no suelo tener problemas), cuando acaba el tiempo, le doy unas vueltas (alquimia solar) y meto el recipiente tapado con un trapo limpio en el horno apagado (o en horno solar). Lo hago por la mañana y a la mañana siguiente lo destapo, retiro la mayoría (según el engrase) de grasa no saponificada que queda en superficie, le vuelvo a dar vueltas (para redistribuir el engrase y estabilizarlo) hasta que queda homogéneo (aprox. 3’) y lo dejo reposar una horas (ahora ya es estable y homogéneo), lo envaso como gelatina (en recipientes reciclados, para envasar fluidos y gelatinas básicas, no metales o plásticos sensibles) y lo dejo madurar un mes (se puede usar al día siguiente, mejor a la semana, pero al mes esta perfecto), obtengo unos 2 kg de gelatina base (mas o menos fluida) para hacer los productos de jabón que necesite.
Usos de la base del jabón y de la lejía de ceniza: Limpieza, higiene y cosmética personal, control de plagas (desequilibrios humanos aparte), desinfección y tratamiento del agua, etc.

Personalmente, para fabricar mi jabón de vajilla, añado a la base natural entre el 100 y el 150 % de su peso en agua; para el de lavadora 50- 80% de su peso en agua o lejía de ceniza; para el de manos uso base con engrase (aprox. 5%) y 100% agua, etc..

Ampliación de conceptos:

De forma genérica se puede decir que para hacer jabón de ceniza con aceites y álcalis, tienen que producirse tres fases (movimiento, calor y reposo): la primera, una fase de emulsión (gracias a la energía mecánica, el movimiento), esto pone en contacto intimo a los dos componentes, la segunda, una fase de gelificación, es el puente hacia el jabón y se produce gracias a la temperatura elevada (la cocción) y la tercera, una fase de saponificación, la formación completa de las moléculas de jabón (mediante el reposo prolongado).

Para que un jabón sea efectivo y no de problemas (en limpieza o salud) hay que conseguir una relación equilibrada (definida por el usuario) entre aceite y álcali. Ya que podemos conseguir que el jabón una vez hecho, contenga todavía álcali (poder cáustico) o que este sobre engrasado (nada de álcali y presencia de aceite sin saponificar en el jabon, poder hidratante), etc. Para controlar esto, usamos los índices de saponificación.

En química, se define el índice de saponificación de una grasa, como el número que indica la cantidad en miligramos de hidróxido potásico (KOH), necesaria para saponificar por completo un gramo de esa grasa en concreto. Sin embargo, para elaborar el jabón de ceniza el álcali utilizado es carbonato potásico (K2CO3), por lo que será necesario transformar el índice de saponificación de cada grasa, en otro índice alternativo que esté expresado en peso de K2CO3.

Para conseguir nuestro índice de saponificación adecuado, bastará con multiplicar el índice de saponificación para el KOH de cada grasa concreta, por la masa molar del K2CO3 (138,21) y dividir por la masa molar del KOH (56,1).

Factor de conversión para K2CO3: 2,46.

Formula saponificación:
aceite (gr.) X índice saponificación (KOH) X factor K2CO3 = K2CO3 (gr.)

Para el aceite de oliva y girasol:
Peso de K2CO3 (gr.) = Peso aceite (gr.) X 0,19 X 2,46 = gr. aceite X 0,46

La receta fácil pero con riesgo de no salir bien:

Pon ceniza de madera en un cubo con agua de lluvia caliente con una proporción de 4 a 5 partes de agua. En verano pon el cubo al sol.
-Cúbrelo con un paño o tapa de 24 a 48 horas removiendo al menos una vez.
-Decanta el líquido en una garrafa filtrándolo con una media de nylon o un paño.
Una lejía mas fuerte puede ser preparada con una proporción de 1:3 de ceniza y agua, llevándola a ebullición y reposando 24 – 48h

Otros enlaces interesantes

http://latiamaruja.blogspot.com/2012/12/como-usar-la-calculadora-de.html (Cómo usar la calculadora de saponificación).
http://i-natura.blogspot.com/2013/04/jabon-de-ceniza-experimento.html
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