Una rata demasiado lista
La mayoría de las extinciones que ha provocado la Humanidad no se han producido por matanzas, o por la destrucción masiva de hábitats, sino por la introducción de nuevos animales (especies invasivas) en ecosistemas delicados. Los gatos, los conejos, los perros, los cerdos y, sobre todo, las ratas que (inadvertidamente) llevaron los europeos a muchas islas del Pacífico han arrasado el equilibrio de islas enteras, donde había ecosistemas sin tan voraces depredadores. Voraces, e inteligentes, como ha demostrado un reciente experimento: una única rata noruega (Rattus norvegicus) introducida por científicos en una isla para estudiar su comportamiento ha sido capaz de esquivar todos los esfuerzos para capturarla durante 4 meses… trampas, engaños, un collar de radioseguimiento; todo resultó inútil. Finalmente resultó atrapada en una isla vecina, donde había llegado nadando (batiendo el récord de su especie en aguas abiertas).
Inteligencia, la capacidad de comer casi cualquier forma de materia orgánica y una capacidad reproductora explosiva (casi 300 crías por hembra y año) hacen de las ratas nuestro más formidable enemigo. Y un colonizador casi tan eficiente como la Humanidad… o quizá más: ellas no tienen que construir los barcos. Ya lo hacemos nosotros.
Será que están muy bien informadas…….por la cumbre mundial de la sociedad de la informción Ginebra 2003- Tunez 2005