Famosos en el mundo entero, los Pitufos («schtroumpfs», en el original en francés) aparecieron por primera vez en el álbum La flauta de seis agujeros publicado en el 1958 en la revista Spirou por el dibujante «Peyo», cuyo verdadero nombre era Pierre Culliford (1928-1992).
Celebran sus 50 años de existencia con toda la pompa y serán objeto de una serie de homenajes en Europa, incluyendo una edición limitada de muñecos, la emisión de sellos postales y exposiciones.
En sus cinco décadas de vida, los personajes de Peyo -seudónimo de Pierre Culliford (Bruselas, 1928-1992) – han alcanzado la fama mundial gracias a la repercusión de sus cómics, a las figuras coleccionables inspirados en ellos y sobre todo, a la adaptación televisiva de la serie realizada por Hanna-Barbera en 1981.
Celebran sus 50 años de existencia con toda la pompa y serán objeto de una serie de homenajes en Europa, incluyendo una edición limitada de muñecos, la emisión de sellos postales y exposiciones.
En sus cinco décadas de vida, los personajes de Peyo -seudónimo de Pierre Culliford (Bruselas, 1928-1992) – han alcanzado la fama mundial gracias a la repercusión de sus cómics, a las figuras coleccionables inspirados en ellos y sobre todo, a la adaptación televisiva de la serie realizada por Hanna-Barbera en 1981.
Este 2008, Unicef organizará por su parte, en numerosas ciudades europeas, invasiones nocturnas de Pitufos: los habitantes descubrirán a su despertar millares de pequeñas estatuas blancas realizadas en plástico y a escala real -la altura de tres manzanas, talla de los Pitufos según su creador, que representará a los célebres criaturitas que podrán decorar. Los que no tengan la posibilidad de encontrar una estatuilla, podrán comprar una en beneficio a los programas de educación de UNICEF.
Así, 2008 será un año teñido de azul. ¡vamos todos a pitufar…!
En una nueva etapa, Pitufina ya no será la única mujer de la comunidad.
Los Pitufos vieron la luz el 23 de octubre de 1958 como personajes secundarios en un número de la serie «Johan y Pirluit», publicada por el autor belga en la revista «Le Journal de Spirou», y un año más tarde protagonizaron su primer título propio: Los Pitufos negros. (La picadura de una extraña mosca vuelve a uno de los pitufos de color negro y este, mediante la técnica del mordisco a traición, se dedica a extender la enfermedad entre sus congeneres).
ÑAC ÑAC!!!!
Creo que ese era el grito de guerra de los pitufos negros.
Y estareis pensando que esta historia os suena, pero es que os recuerdo que este cómic fue publicado en 1963, es decir, cinco años antes del estreno de la fundacional Noche de los Muertos Vivientes. No voy a decir que el bueno de Romero plagiara un tebeo sobre enanitos azules que viven en setas para realizar una de las películas de terror más efectivas de la historia, pero las similitudes no dejan de ser asombrosas.
Como curiosidad diré que en posteriores ediciones el color de los pitufos infectados fue sustituido por el morado, supongo que por aquello de la corrección política.